LA CREACIÓN



¿Qué es el ser humano ante la Creación? ¡Cuánto se ha hablado y escrito sobre este tema!

El ser humano es un prodigio dentro de la composición del Universo terrenal. Protagonistas del Universo, los seres humanos tenemos el privilegio de vivir, de ser un componente diferente a cualquier otro tipo del espacio físico de nuestro Universo.

¿Solamente es un cuerpo biológico? ¿Cabe en una lógica mentalmente avanzada que sea exclusivamente un elemento orgánico? ¿No sería más razonable, aun empleando un mecanismo exclusivamente racional, que fuera acompañado de un cuerpo universal?

En la historia del mundo se han originado muchas controversias sobre la calidad humana, su composición, sus encuentros y reencuentros, como sus mecanismos de desarrollo interno y externo.

Las diferentes mentes que han prodigado por nuestro mundo, desde los más racionalistas hasta las mentes más espiritualistas, han hablado y hablado del factor humano, de sus estadios, de sus vestigios, marcas ancestrales y otra diversidad de simbolismos o realismos de su propia identidad.

Las religiones han marcado su comentario sobre la veracidad humana en sus dogmas, fe, introspecciones personales, filosofías de conductas, sistemas inequívocos, métodos de elocuencia, magnitudes espaciales y divinas y una serie de proverbios y rituales que engalanan la imagen humana y espiritual.

Tras la inverosímil resistencia de algunos seres humanos en encontrar Nuestra Verdad, hay investigadores permanentes que ponen a prueba su inteligencia para obtener el controvertido significado de nuestra verdadera Identidad, tanto humana como universal.

Nadie está en la verdad ni nadie falsea su testimonio, ya que cada organismo estatal, científico, filosófico o religioso transmiten su conocimiento y su autenticidad, aunque, por las imperfecciones humanas, haya ciertos ingredientes mundanos en según que estamentos gubernamentales que desprestigian el valor y capacidad del ser humano, incluso, su constitucionalidad universal.

Esta pequeña historia relatada aquí, explica, a mi modo de ver, los diferentes cauces de información y transmisión de la Raza Humana.

Yo me quedo con el valor del Hombre, con sus inquietudes y sus desenfrenos, tanto racionales como irracionales, porque, en definitiva, tanto unas comunicaciones como otras siempre están fundadas en la mente precaria del hombre, al margen de los canales de redacción de textos de la historia del mundo.

Pero lo verdaderamente importante es el ser humano, la persona que camina constantemente por esta Tierra. Mis pensamientos, sentimientos como intuiciones siempre han quedado reflejados en mis escritos anteriores, pero, aun así, quiero dejar constancia de la inquietud permanente en mi mente y los destrozos que hay en mi corazón.

Hay muchas palabras, distinciones, elocuencias, verdades, referencias, estrategias, manipulaciones, hechos, vestigios, escritos, ¿pero dónde esta la Realidad Humana? ¿Dónde está lo trágicamente real? Quizás sea en la convivencia diaria, en los modismos de las personas, en su desarrollo personal, en su civil trascendencia, en su hegemonía personal y jurídica y en su incansable caminar constante por esta Tierra de nadie.

¿Qué es nuestra mente? ¿No es posible que nos engañe continuamente? ¿No es probable que las proyecciones mentales de algunas personas sean receptivas en otras mentes, dándoles un valor real? ¿No es posible, asimismo, que la contaminación mental humana se traslade de mentes a mentes, de corazones a corazones, y sea el exterminio en un engaño organizado? ¿Dónde está la Verdad?

El cerebro humano tiene su limitación y con él los estrategas del mundo pueden manipular perfectamente cualquier información, ya no sobre la composición y permanencia del hombre en la tierra, sino, también, sobre su poder ilimitado a costa de Clanes poderosos de Poder. ¿Sabemos, realmente, lo que es nuestra mente?

Consolidamos lo que vemos, lo que escuchamos, lo que hablamos, pero ¿es consecuente hacerlo? ¿No es un engaño, aunque la intención no sea esa? ¿Está la mente individual preparada para no contaminarse ni enfermar con todas las informaciones que van llegando día tras día a las mentes humanas? ¿No será que nos interesa protegernos y descuidar lo que verdaderamente es?

Las grandes eminencias han redactado y comunicado frases y más frases sobre las conductas del hombre, sobre su inhóspita vida, regalándonos a los oídos lo que queremos escuchar.

¿Es cuestión de creer lo que deseamos o necesitamos oír? ¿O es cuestión de no implicarte en un trabajo interno, muy costoso por cierto; de estudiar un propio sendero, al margen de las ataduras propiciadas por expertos de la infamia humana; de seguir tus propios consejos, y un sinfín de métodos de alejamiento de las enfermedades mentales humanas?

Aun con esas adivinanzas, el ser humano no sabe realmente lo que es. Aun con todas las exigencias del guión de la vida, no tiene el sentido de su trascendental éxito. Y aun con lo que busca y busca, nunca encontrará la Realidad del Mundo Universal. Creo que no está cualificado para saber ni conocer quién es y cuál es su sendero y su meta.

Muchas sensaciones, muchas informaciones, muchos sentimientos, muchos razonamientos, muchas incursiones en la mente y en los abismos de las emociones y mucha credibilidad en el alma, ¿pero es así? ¿No serán, realmente, proyecciones de otros seres, para definir de alguna manera nuestra vida, sin que lleguemos a ser aún nuestros propios conductores de la misma?

Quizás seamos marionetas, escudos de un laboratorio en marcha, que están investigando con nuestra raza: nuestras actitudes y nuestro recorrido. Seres humanos guiados por Fuerzas Mentales que siguen encaminándonos, permitiendo un mínimo margen de realización. Seres Inteligentes que han creado los instrumentos más precisos del ser humano y continúan sus exploraciones para conocer nuestras acciones y reacciones. Pero siempre, con una supervisión profunda y compleja.

Ante este pensamiento, ¿qué queda del ser humano en su estado más funcional? ¿En qué se basa fuera del contexto material como organismo físico? ¿Qué influencias nos acosan? ¿Quién proyecta nuestro destino?

Tenemos una irradiación colectiva y siempre nos basamos en lo mismo de lo mismo. Nunca hay nada que sea diferente. Y, al menos, dentro de esta complejidad, es de agradecer que haya ciertos razonamientos de orden y conductas emocionales y espirituales para desarrollar una convivencia normal y sana.

¡Vaya perplejidad! Pensar que no somos nada, excepto unos muñecos fabricados con materia orgánica y otra base material de cierta visión extra sensorial sobre el funcionamiento de la vida. Lo importante de todo es que, al menos, sabemos que somos seres humanos y que la prioridad en la seguridad de la raza está en nuestra necesaria y sincera unión; un bloque de permanencia como de evolución; una base de entendimiento y el voluntarioso y consecuente estudio de nuestra mente, de nuestro intelecto y de nuestro lánguido corazón universal.

No tenemos nada más, pero lo que hay, lo que existe en nuestras vidas, debemos respetarlo y amarlo, empleando palabras ya conocidas en nuestro diccionario vital. No suframos si somos partidas universales, en un experimento del propio proceso Universal de la Vida. Lo fecundo, lo que llena nuestros corazones, es la única llama que poseemos, y es la que tenemos que acrecentar y madurar.

Mi invitación personal hacia el resto de seres humanos en contagiarles y animarles a que algún día vitorearemos nuestro Nombre Universal; descubriremos nuestro lugar más distinguido y relevante dentro de la escala del Universo, sin menospreciar nuestra soberanía actual, porque en ese proyecto es donde somos lo que somos, y, además, vivimos, sentimos y poseemos el don del pensamiento humano y universal, aunque quede nuestra parcela muy limitada al Reino de los Seres Universales.


Ángel Sanz Goena
www.colordelalma.com
http://www.youtube.com/colordelalma
http://angelsanzgoena.blogspot.com

1 Response so far.

  1. Hay una frase por ahí que dice “Nada es verdad, nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira”. Tú verdad es la que importa, eso que tu llevas dentro, lo que te quita el aliento, por lo que ríes y lloras, con lo que vives y sueñas, allí donde nadie puede quitar al vuelo tu huella.

    Yo entiendo que toda la creación pura y cristalina se refleja en ese gran espejo mágico que es la libertad y que todos perseguimos. La mente es poderosa y nos puede ayudar a ir por uno u otro camino. Quizás es cierto que somos seres utilizados por mentes superiores como experimentos. Nosotros también tenemos esas mentes superiores, sólo que nos falta emponderarnos. Reconocer nuestro potencial y seguir desarrollando, acrecentando y madurando nuestro espíritu, nuestros valores, la felicidad y el amor, como nuestra mejor creación y para ante todo SER, ESTAR y HACER lo mejor para nosotros y para los otros.

    Tu invitación es muy importante para los que tienen ese deseo de acercarse a ese Reino Universal.

    Abrazos

Publicar un comentario