MISERIAS HUMANAS



¿Qué sigue pasando en este país? ¿Qué desconcierto hay en la política actual?

Personas indefensas que tienen que sobrevivir precariamente por la mala gestión de un gobierno que lo único que ha pretendido es anular las tradiciones y cultura de este país, despreocupándose de los ciudadanos y de su bienestar, renunciando a que esta nación sea una de las más sobresalientes de este planeta.

Cuando un gobierno no gestiona bien y existe una opinión de disonancia muy generalizada en la sociedad, ¿no habría algún método para que la propia sociedad tuviera más fuerza ante el poder político? ¿No podría haber una ley que respaldara un Referéndum, para la realización de unas nuevas elecciones? ¿No podría ser un procedimiento eficaz, para que los políticos fueran más consecuentes con su ejercicio de integridad y dignidad política?

Ese sería el verdadero poder de la Soberanía Popular, ante una impotencia absoluta. Cuando un grupo político, como el actual que gobierna España, se dedica más a sus intereses partidistas que al beneficio común de los españoles, ¿dónde está nuestra garantía, el salvoconducto para nuestro progreso?

Creo que la colectividad española se merece más que las circunstancias que vive actualmente. No es aconsejable tal indefensión, porque a veces las reacciones sociales pueden llegar a ser muy contundentes.

¿Dónde está el honor? Esa palabra que conlleva integridad, dignidad, respeto, libertad, ….. Y cuando un país lo ha perdido, ¿qué es lo que queda de él?

El grupo político en el gobierno ha pretendido volver a una tendencia política que ya fracasó en la historia de este país. En cambio, ha destrozado todo lo conseguido en los últimos años en paz y con sacrificio, en una nueva convivencia humana entre los españoles, que lo único que desea es evolucionar olvidando los fantasmas del pasado y buscando la prosperidad del futuro, y con el debido respeto hacia las diferentes visiones políticas.

Todo lo anterior había quedado atrás, en el olvido, para que las nuevas generaciones vivieran en una mayor comprensión, con unas nuevas relaciones humanas, y más de acorde al sentimiento de un país civilizado. ¿Es conveniente remover la historia, enjuiciar situaciones anteriores y romper métodos tradicionales, propios de nuestros ancestros, despreciando, así, la naturaleza española?

En vez de mantener un Estado unido, ¿es preciso propiciar Estados independientes, donde reside la desunión y un coste adicional que restringe el crecimiento de la nación? ¿Es justo que haya Valores Tradicionales en el Ejército y que se anulen con declinatorias versiones estratégicas? El honor del Ejército en el mundo es enorme, porque representa la Defensa de una Nación Libre.

En cualquier país del mundo, el ejército es la llama de la unidad, la defensa de sus intereses. El ejército representa el honor, la grandeza, porque siempre es necesario. Simboliza, al margen de la tendencia política que gobierne, el desarrollo cívico y humano, por muy contrario que parezca.

En circunstancias hostiles y devastadoras, bien sean climatológicas o de cualquier otra índole, el ejército ha sido fundamental, ayudando y protegiendo cualquier situación adversa; y no digamos en caso de situaciones internaciones graves, donde su ayuda, tanto humanitaria como estratégica, han sido fundamento de libertad y de auxilio.

¿Por qué aquí, en España, está declinado a las míseras bajezas de la impotencia y abandono de su realidad? La bandera que encarna y que defiende es la bandera de todo el Pueblo Español, de todos los españoles que creemos en la unión y respetabilidad de este país. El ejército es rigor, y disposición a cualquier planteamiento logístico como de defensa de una nación. De ahí su estatus y reconocimiento.

Creo que este país se ha convertido en el símbolo de la ineptitud, del desacato, de una inquisición bien organizada, que deriva a una fuerte decadencia de la sociedad y a un considerado autoritarismo por parte del gobierno, quienes están protegidos por la compra materialista de algunos Medios de Comunicación sin escrúpulos; sindicalistas vendidos - lejos de su compromiso con los trabajadores-; de unos pseudo intelectuales que les apoyan por los beneficios económicos que reciben; y otros tantos mecanismos Institucionales que les sirven de plataforma para mantener ese poder.

¿DÓNDE ESTÁ EL HONOR DE ESTA NACIÓN, EL DE LOS ESPAÑOLES UNIDO AL DE AQUELLOS INMIGRANTES QUE HAN VENIDO A COMPARTIR Y EVOLUCIONAR CON NUESTRAS TRADICIONES, CON NUESTRAS CARACTERÍSTICAS CULTURALES Y SOCIALES, EN EL MEJOR DESARROLLO Y MAYOR PROGRESO PERSONAL Y COLECTIVO?

Este país está viviendo circunstancias muy delicadas, porque no es en sí su actual precaria situación, sino la profunda visión de una recuperación lejana. Las necesidades vitales de muchas personas están caducas, eliminadas, porque unos políticos han mirado más por ellos mismos que por la seguridad y evolución de un país.

¡Cuántos seres humanos sufren mientras el poder sindical devanea entre su poder o el que le corresponde verdaderamente! Me gustaría saber qué bienes inmobiliarios tienen los secretarios generales de los Grupos Sindicales más representativos de este país: U.G.T. y C.C.O.O.

Sería conveniente tener información de sus bienes personales, porque sería triste comprobar que, mientras hay una gran cantidad de personas con sufrimientos, por su escasa y precaria actuación sindical, con la duda surgida en la sociedad de que sus estrategias están más vinculadas hacia el apoyo gubernamental, como al suyo propio, que hacia los colectivos sociales, tuvieran grandes posesiones o, incluso, sueldos desproporcionados, sin haberse preocupado leal y fielmente de su verdadero cometido, sobre todo teniendo más de cuatro millones y medio de parados pidiendo auxilio y sobreviviendo con penurias y en míseras circunstancias.

Hay que sentir realmente lo que es el sufrimiento y, si no, que se lo pregunten a ellos, a sus familiares y amigos, ésos que están constantemente apoyándoles y viendo sus permanentes delirios.

Los sindicatos, organismos representativos de los sindicalistas, deben estar al servicio constante de los ciudadanos, ya que ese es su fundamento y el profundo mensaje que siempre ha representado su dignidad e integridad. ¿Es así ahora? ¿O están exclusivamente para seguir conductas y dogmas políticos, aprovechándose para sus internos planteamientos sindicales?

¿Y todos esos políticos que durante estos años han favorecido a que este país haya ido al desastre, hay que olvidarlos? Esos políticos que se hicieron fuertes junto con el gobierno actual en destruir cualquier vestigio anterior, ¿hay que ignorarlos? Creo que deben estar vivos en nuestras memorias, en nuestros corazones, en las huellas de esta España derrotada, hundida y conducida por unos personajes que la han sumergido en su mayor decadencia: en la página negra de su Libro Histórico.

Más bien habría que arrinconarlos en su miseria, junto con sus intenciones inequívocas de pretender destruir cualquier conducta espiritual, religiosa o cultural cultivada tras dos mil años de Cristianismo en Europa.

Radicales de pensamiento, pertenecientes a partidos políticos de izquierdas, denominados progresistas, que creyendo estar en el poder de las ideas, en la verdad de pensamiento, como en la libertad de acción, han pretendido y provocado, con unos conceptos personalistas, la erradicación y destrucción de los Grandes Principios de la Cultura Española y Europea, cuando un país puede avanzar en progreso sin restar las Tradiciones propias de su propia historia. Ahí está la verdadera inteligencia de los Hombres de Estado, de verdaderos políticos, cualificados y con la visión de los grandes horizontes del Hombre.

¿En qué basamos las malintencionadas gestiones contra los sistemas tradicionales del país, desarrollando, a la vez, unas ineficaces gestiones económicas?

Aún estoy atónito cómo es posible que este país esté en la ruina, en el auténtico caos, en una enorme desigualdad social, en una cultura e intelectualidad abandonada y en una precariedad social. ¿No es España una nación prestigiosa? ¿No deberíamos apostar por ella?

Produce tristeza comprobar que españoles que se han dedicado exclusivamente a trabajar, estén involucrados en una penosa realidad: su inestable y carente economía. Y tras la situación caótica de estos españoles, están sus familiares, sus Ángeles de la Guarda, quienes, muchos de ellos, con su precariedad, están soportando sus limitaciones económicas mientras apoyan a hijos y nietos. La familia española siempre ha sido especial, cálida, protectora, y siempre pendiente de su descendencia.

Los lazos familiares siempre han sido firmes. La unión familiar ha permitido tener esas convicciones en este país. Las creencias y la fe en esos lazos siempre han comulgado con la gratitud y respeto de hijos a padres y de éstos a los abuelos. Esa ha sido siempre la Grandeza de esta nación. En cambio ahora, quieren manipular esa fuerza e impedir la fortaleza familiar. ¿Por qué razón?

¿Qué ocurre con nuestra juventud? ¿Hay alguna estrategia para impedir su progreso y proceso intelectual y cultural? ¿Es manipulable con la libertad en las drogas, en la sexualidad y en el aborto? ¿Es ese el ejemplo que les damos? ¿Ese es el compromiso que adquirimos para un futuro esperanzador de nuestros hijos? ¿O es importante para políticos que quieren tener borregos en vez de hombres y mujeres inteligentes? ¿Es comprensible que quieran tener personas sectarias que sigan sus dogmas estatales?

Nuestros padres trabajaron, con un sacrificio continuo, para sacar este país adelante, aportando toda su capacidad, seguridad y estabilidad a sus familias, a su hogar, y pretendiendo que sus hijos tuvieran la mejor formación pedagógica, como cultural, intelectual y humana Para ellos su tesón, amor y entrega eran exclusivamente para que sus hijos fueran unas dignas personas del mañana. Esa era su expresión: ¡tienes que ser un hombre del mañana! Siempre nos alejaban de los peligros de las malas compañías, de las situaciones peligrosas y estaban constantemente pendientes de nuestra evolución. ¿De qué ha servido? ¿Es ese nuestro agradecimiento a sus desdenes y perseverancia?

Esa debería ser la enseñanza hacia nuestros hijos en vez de una libertad falsa, donde las drogas, el aborto, la vida fácil y sin esfuerzo es el recorrido más cómodo para ellos. ¡Pobre nación! ¡Y pobres de ellos! Porque cuando quieran ser conscientes de lo que son, de lo que representan, sufrirán su tremendo fracaso a nivel social como humano, habiendo perdido la oportunidad de ser personas dignas y honorables con el Estamento y Principios más elevados de la Razón Humana.

España es mucho más que unos políticos que exclusivamente piensan en sí mismos, intentando y consiguiendo confundir a la sociedad para tener más proyección de poder.

España es una gran nación y debemos darle la honorabilidad que precisa a través de nuestra sabia conducta, la de los españoles y la de los políticos elegidos por la Soberanía Popular, siempre y cuando lo conduzcan con verdadero sentido común.

España es maravillosa y los españoles debemos estar orgullosos de ella, apostando y luchando por su evolución permanente. Es un lujo vivir en esta nación y debemos darle el prestigio que corresponde a los grandes intelectuales; a las personas cultas que nos enseñan continuamente; honrar a los científicos que nos permiten conocer y avanzar en este planeta; a los religiosos de nuestra cultura ancestral, la Cristiana, que aúne esfuerzos en trascender sencilla y verdaderamente a la sociedad la auténtica enseñanza de Cristo, propia de la cultura europea; y, sobre todo, el máximo respeto entre todos los españoles, ejemplo de una nación íntegra, con regiones unidas por una misma cultura. Y aquellos que no les guste vivir en armonía en este país, con un mutuo respeto, ¿qué hacen aquí? No sé que consiguen viviendo en este país, si son personas que desentonan, que no se encuentran cómodas, a la vez de criticarla y desprestigiarla constantemente.

Cuántas personas que han venido del exterior a vivir y compartir sus proyecciones profesionales y familiares con nosotros, eligiéndonos, bien por necesidad como por inclinación personal, y que están enamorados de este país, reconociendo lo hermoso que es y lo bien que se podría vivir, están en contraposición con ciudadanos oriundos, que infravaloran continuamente su riqueza y grandeza.

Si alguien no quiere a España, ¿qué hace en ella? Tendría que hacer una reflexión. ¿O hay grupos o partidos de ciertas autonomías que quieren tener independencia, pero sacando provecho del resto del país? Considero que no es justo. Lo que hace una gran nación, como la mayoría del mundo civilizado, es la unión y el respeto entre todos, manteniendo un idioma común, por un claro y natural entendimiento, como por la máxima eficacia en su propio desarrollo.

Creo que es necesario avanzar constantemente, aun con las complejas situaciones normales de la imperfección humana, pero dando muestras de una convivencia libre y respetuosa. Cuando una nación avanza con su propio prestigio, siendo respetada y querida por sus habitantes, la hace grande y poderosa, además del orgullo y admiración que produce en sus ciudadanos.

El sueño de una nación es el sueño personal de cada ciudadano. Aunque ahora haya palabras que no están en el diccionario moderno, no quiere decir que no existan ni que muchos españoles las tengan presente. Aquí no entran conductas políticas ni grupos políticos, aquí entra España y los españoles.

Creo que ya es hora de romper con las oscuridades del pasado y vivir con una nueva Luz, la que guíe a todos los españoles.


ÉSA SÍ SERIA UNA GRAN ESPAÑA





NACIONES LIBRES


NI ESTRUCTURAS FÉRREAS NI LIBERTADES FALSAS



SENSATEZ, SENTIDO COMUN, LIBRE PENSAMIENTO, CULTURA Y BÚSQUEDA DE LA INTELECTUALIDAD, PARA LA CONQUISTA DE LOS HORIZONTES AMPLIOS DEL MUNDO.

BASE DE ENCUENTRO CON EL RACIOCINIO, FILOSOFÍA Y ESPIRITUALIDAD, EN EL EQUILIBRIO SOCIAL MÁS TRASCENDENTE.

PROFUNDA EDUCACION ESCOLAR Y PROTECCION DE LA FAMILIA POR LA ESTABILIDAD SOCIAL.

ÁNGEL SANZ GOENA
www.colordelalma.com
http://www.youtube.com/colordelalma

1 Response so far.

  1. Estupendo planteamiento el que nos dejas Angel, sobre todo los enunciados finales son dignos de tomar en cuenta si queremos cambiar los derroteros de nuestros destinos. El horizonte se ve negro si no hay un cambio radical en la actuación de todos los españoles y sobre todo de quienes tienen en sus manos el dirigir los destinos de la nación.
    Fenomenal escrito.
    Un especial saludo Angel.

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