Publicado por Angel Sanz Goena martes, 12 de junio de 2012 en 2:39 4 Comments

CONTEMPLACIÓN La cuestión es que quiere uno realizar en la vida. Debe enfrentarse a cualquier modismo que no le interese como aceptar su realidad. Simplemente es avanzar como él es y elegir lo que verdaderamente le merece la pena, aunque tenga que romper con estructuras, opiniones, influencias y dependencias. De verdad, es maravilloso ser libre, dentro del condicionamiento humano. El amor y la inteligencia hacen libre al ser humano El silencio es muy importante a veces. No tienes que demostrar nada a nadie, tienes que ser tú, con tu bella presencia y tu voz en el momento que sea oportuno. Es mejor así, que pretender dar a entender a los demás lo que sabes. Tienes mucho que ofrecer a la vida y a ti misma. Sigue avanzando por la templanza, por la calma, por la serenidad. Ve al parque de vez en cuando, siéntate en un banco y respira el silencio de los árboles. Observa a las personas. Fija la mirada en ellas y comprende el ritmo humano. La observación es un gran conocimiento. Quizás el mayor. ¿Me escuchas? ¿Me escuchas? No me escuchas, pero sí me lees. Lee estas líneas desde el silencio de tu alma, desde la calma tempestad de una excitación y un sosiego. Escucha las letras que lees. Profundiza y escucha su música, la sintonía de unas palabras que buscas y encuentras. Tienes un diccionario a tu alcance: vocales y consonantes, donde puedes elaborar tu propia armonía, tu música sagrada. Tus frases serán la partitura del concierto de tu corazón, de tu añorado y esperado mundo espiritual. Escribe, relata los sueños dormidos, los ideales trastocados, las ilusiones perdidas. Une esas letras que hacen palabras de un símbolo del amor, de la realidad de tu existencia, de tus inquietudes universales. Lee y medita. ¡Cuánto he escrito! Dirás. ¡Cuántas asignaturas quedan pendientes! Reflexionarás. ¡Cuánta riqueza hay en la Creación! Sentirás. Sigue invocando a la inspiración, a la luz de tu alma. Abre las puertas hacia el Universo e inspecciona su escritura. Observa las letras, su posición y su orden, y confecciona tu propia versión. Siente como cada línea es el viento huracanado, la suave y fría brisa de la montaña, el rocío del amanecer, la calidez del atardecer, las sombras mudas de la noche eterna. Ya no me lees ni me escuchas: escuchas a tu silencio y lees las letras de tu aplicada es instructiva elocuencia, porque has conseguido tu iluminación. Ya eres el escritor, filósofo, poeta, que hablas, escribes, relatas, como trovador y juglar, los mensajes de un Universo Espiritual abierto a quien vive, siente e intuye los Códigos del Universo, sus claves y su fórmula nacida desde el Principio de los Tiempos. Descansa en la paz del guerrero, que pronto te sentará debajo de una encina y contemplarás en el silencio las tierras fértiles de tu alma. ÁNGEL SANZ GOENA www.colordelalma.com

4 Responses so far.

  1. Hola Angel: Gracias a este medio he encontrado tus letras y me he identificado con tus palabras. Me quedé un momento reflexionando tus palabras y me pude encontrar con ellas. Me alegra mucho este contacto. Me gusta aprender de quienes tienen el don de escribir. Cariños Clau

  2. Estas letras me llegan en un buen momento.Voy a ser un poco egoista y aunque posiblemente no las merezca, las tomo para mí.
    Gracias Angel,de todo corazón,muchisimas Gracias por todo.
    Con cariño.

  3. Seguro que tú debajo de esa encina recibes tan hermosas letras del Universo de las que sólo algunos elegidos son depositarios.

    Sin duda, te inspiras en la naturaleza, en meditación, experimentando tu silencio interior, tal y como dicen los budistas, ese silencio interior que es la antesala de la iluminación. Por tus letras deduzco que sabes escuchar, observar y aceptar, dones que no todos poseen y que nos permiten estar en linea con nuestro propósito. El tuyo,sin duda, lo estás llevando a cabo: mostrar al mundo tu belleza interior.

    Me pasaría la vida leyendo tu blog...

  4. Ve al parque de vez en cuando....
    Precioso! Parecen escritas para mí en este momento...
    Un abrazo

Publicar un comentario